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Para beisbolistas dominicanos, doparse es riesgo con recompensa

SAN PEDRO DE MACORIS, República Dominicana -- Un monumento al béisbol recibe a los visitantes de esta ciudad conocida como "la cuna de campocortos". En San Pedro de Macorís, los niños crecen jugando pelota en terrenos próximos a ingenios de azúcar.

Bernardino Jiménez fue uno de ellos, y terminó como víctima de su propio sueño.

Desesperado por sacar a su familia de la pobreza, el espigado infielder hizo caso a un agente que le hizo inyectar una mezcla de sustancias que según le aseguraron eran vitaminas. Estaban equivocados.

Tras firmar con una sucursal de los Diamondbacks de Arizona el año pasado, un examen a Jiménez comprobó la presencia de Boldenone, un esteroide que se emplea para los caballos, y fue sancionado con una suspensión de 50 partidos.

"Ellos (los Diamondbacks) me dijeron que podía haber viajado a Estados Unidos para jugar, pero este problema me atrasó", declaró Jiménez, de 19 años, tras tomarse un descanso de una práctica de bateo cerca de la humilde casa que comparte con seis hermanos, dos sobrinos, su madre y una tía. leer mas


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