El sexo para personas obesas
Mas allá de todo, es necesario mencionar que el deseo sexual si se ve fuertemente afectado cuando la barrera de la obesidad se traspasa. Ya sea por las consecuencias psicológicas que el sobrepeso puede acarrear, tales como la inseguridad o la incomodidad ante la desnudez, o por las secuelas físicas que hacen que las ganas desaparezcan cada vez más.
El nivel de grasa en sangre hace que los valores hormonales se vean afectados y por lo tanto, el deseo sexual se encuentra en jaque. Sucede que los lípidos hacen que la actividad sanguínea sea más lenta y tarde más en llegar a las zonas erógenas que provoca la necesidad de tener relaciones.
Además hay que tener en cuenta el factor social, el cual indica los parámetros que las personas deben cumplir para considerarse bellas. Las propagandas, el bombardeo de información y los estándares físicos inalcanzables son cada vez más fuertes y generan cada vez más problemas entre la gente y su propia imagen.
Pero a pesar de los problemas que el sobrepeso trae consigo, es importante entender que el físico importa, en tanto se vea comprometida la salud. La sociedad no debería marcar los estatutos de belleza tal como lo hace y por ende, hay que aprender a disfrutar más allá de lo que supuestamente debería ser.
Tener una alimentación sana y realizar ejercicio no sólo hará que el físico cambie por completo, también hará lo mismo con la percepción del propio cuerpo y, por consiguiente, traerá una notable mejora en tanto al deseo sexual y a la performance a la hora del sexo.
La clave de una sexualidad plena es el estado de salud de las personas. La imagen no es un impedimento a la hora del goce sexual, pero sí lo es la frustración o el miedo que se puede llegar a sentir con uno mismo. Lo que importa es estar sanos y aceptarse tal como se es. VIA www.educasexo.com
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