La joven cantante está muy enfadada por las entrevistas que concede su padre para sacar los trapos sucios de su familia.

Miley Cyrus ha intercambiado los papeles. Es ella la que controla a su padre, para evitar más declaraciones como las que hizo Billy Ray a GQ en las que temía por el futuro de su hija y tildaba de maldita la serie Hannah Montana. Ahora, Cyrus ha empezado a controlar los medios que se han puesto en contacto con su padre para sacar más partido del desencuentro padre-hija.

 Ésta, además, está aprovechando la mínima para abanderar una especie de campaña contra los consejos paternales. Si su radical cambio de look de Hannah Montana a Miley Cyrus gustó poco entre los padres, que la empezaron a ver como un mal ejemplo para los niños, ahora la joven artista aprovecha cualquier entrega de premios de la que es protagonista para echar más leña al fuego. Hace, durante la ceremonia Global Action Youth Leadership, lanzó un mensaje rotundo a sus fans más jóvenes: "Quiero que los niños hagan lo que de verdad aman, no algo que suena como un coro porque alguien te dice que es lo correcto. Ni siquiera lo que dicen sus padres o lo que sea importante para la gente que les rodea, pero sí lo que hay dentro de sus corazones", dijo. LEER MÁS>>