¿Qué le pasa a Lindsay Lohan? No sale de una para meterse en otra.
Algunos comentaristas de farándula en Estados Unidos están convencidos de que la joven actriz saca provecho de sus escándalos para montarse en la ola de la publicidad.
Otros consideran que ella es simplemente una “víctima infeliz” de las drogas y el alcohol y que se encuentra en un estado tan crítico que ya no tiene la capacidad de discernir qué es bueno o qué es malo para ella.
Una de las realidades más tristes en casos como éstos, es que hay personas que se aprovechan de estos artistas que caen en las redes de la drogas para sacarles algún beneficio sin importarles su bienestar.
Lohan luce cada día peor, desmejorada; hasta envejecida para sus 25 años de edad. Su piel, e incluso sus dientes lucen deteriorados, lo que algunos medios afirman, son muestra de su alegado abuso de sustancias controladas.
¿El gran temor?... Que Lohan se convierta en la próxima Amy Winehouse, la talentosa cantante británica que cayó bajo el embrujo del alcohol hasta encontrar la muerte el pasado 23 de julio. De hecho, ya varios medios en Estados Unidos lo han puesto en perspectiva.
Cuando por fin hay indicios de que Lohan comienza a encarrilar su vida, justo en ese momento, vuelve a resbalar.
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