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Violencias dejan traumas en los niños de R.D


Cuando apenas tenía 8 años de edad, Laura (ficticio) fue testigo del asesinato de su padre. Con la inocencia propia de su edad, esta niña no ha podido comprender las razones de ese hecho. Solo sabe que a su padre lo asesinaron al frente de ella y de su madre.
El reloj marcaba las 11:30 de la noche de aquel 27 de diciembre del 2009. Francisco Montero Morillo se dirigía junto a su familia al callejón Los Subterráneos que da acceso a su humilde vivienda, del sector Las Flores, de Cristo Rey, cuando delincuentes cegaron su vida.
Su niña, que ahora tiene 10 años de edad, quedó petrifi cada en el instante en que vio a su padre bañado en sangre en el piso, al caer abatido a tiros en un atraco.
Dos años después de ese trágico suceso, ella no ha podido recuperarse, pues además del dolor que le ha causado la pérdida de forma violenta de su progenitor, las huellas de los tiros que aún permanecen en una puerta de metal en un colmado frente al callejón donde vive, no han permitido que borre de su mente aquella tragedia.LEER MAS>>

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