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UNA ESPECTACULAR APERTURA DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE LONDRES 2012

Los atletas aparecen poco a poco en el estadio.

En un Estadio Olímpico repleto, el show de la ceremonia inaugural de los Juegos deslumbró. 


La esperada ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres se vivió en un colmado Estadio Olímpico y cumplió con las expectativas.  Encabezada por la mejor jugadora de hockey del mundo, Luciana Aymar, la Delegación argentina fue una de las más ovacionadas de la noche londinense. 



La fiesta arrancó con todo. En el campo de juego se montó la réplica de una aldea, con una rueda que se asemejó a un molino y también se pudo observar una casa y un establo. A su vez, ovejas, caballos, vacas y gansos fueron parte de la escena.

La intencion del director de esta ceremonia, el escocés Danny Boyle (director de la película Trainspotting), fue mostrar a Gran Bretaña, a traves del paso de los años, con cambios sociales y económicos.
En el período rural se visualizaron los años previos a la Revolución Industrial. En uno de los bordes del estadio, en una de las cabeceras del mismo, estaba montado el escenario desde donde hablaron los presentadores y allí estuvo ubicada una gran campana, de 23 toneladas, que dio comienzo a los Juegos Olímpicos.
El encargado de tocar la campana fue el último ganador del Tour de France, que se realizó la semana pasada: el ciclista Bradley Wiggins.
Entre un evento musical y otro, cinco anillos olímpicos gigantes hicieron su aparición en el estadio y se fundieron en una explosión de fuego, mientras luces de colores se proyectaban sobre las gradas.
Luego llegó uno de los momentos más risueños de la noche londinense. Sucedió cuando se proyectó una película que recreó la salida de la soberana del palacio de Buckingham junto aDaniel Craig como James Bond, quien abordó un helicóptero junto a nada menos que la Reina Isabel II para dirigirse al Estadio.
Una vez allí, Isabel -aunque esta vez interpretada por un actor- se lanzó junto al agente 007 desde el helicóptero. Poco después, la soberana de carne y hueso, de 86 años y que acaba de cumplir seis décadas en el trono, hizo su entrada en el Estadio Olímpico acompañada de su esposo, el duque de Edimburgo, en medio de una explosión de aplausos de los espectadores.
Tras la Revolución Industrial y la referencia al sufragio femenino, un colorido espectáculo de enfermeras contó el nacimiento de la Sanidad pública británica después de la II Guerra Mundial.
La literatura infantil también tuvo su referencia cuando la escritora JK. Rowling, creadora de las historias del niño mago Harry Potter, apareció en la ceremonia para leer el fragmento inicial del clásico del escocés J.M.Barrie, Peter Pan.
El actor británico Rowan Atkinson se puso en la carne de su famoso personaje "Mr Bean"para recrear la película "Carrozas de fuego", sobre los Juegos Olímpicos de París de 1924, corriendo sobre la famosa playa de la localidad de St. Andrews (Escocia).
Después se vio a "Mr Bean" en el escenario del estadio tocando con la Orquesta Filarmónica de Londres mientras el director de música Simon Rattle trataba de hacerse cargo de la situación.
El espectáculo de música y colores continuó con la referencia a los años de la explosión cultural en el Reino Unido, en los pasados años sesenta, con el nacimiento de grupos pop y rock, como los Rolling Stones o los Sex Pistols, pero especialmente los Beatles.
En el centro del estadio, cientos de voluntarios con ropa informal bailaron y recrearon escenas de las discotecas de Londres, para después ver pasar a un Mini rojo, el automóvil que es símbolo, como ningún otro, del más puro estilo británico.
Luego llegó La extensa peregrinación de las 204 naciones participantes, donde Argentina fue la primera en ser ovacionada ruidosamente cuando apareció en el Estadio encabezada por la mejor jugadora de hockey del mundo, Luciana Aymar.
Además, el país vivió otro momento emotivo el músico argentino Daniel Barenboim fue uno de los portadores de la bandera olímpica, junto a otras personalidades mundiales.
Para el final quedó el tradicional encedido del pebetero, que en esta edición tuvo una novedad ya que los encargados de encenderlo fueron seis jóvenes atletas en lugar de una figura reconocida, como venía sucediendo en las últimas ediciones.
Finalmente, ya con la llama ardiendo en el centro del campo, el interminable Paul McCartney tuvo a su cargo el cierre definitivo, para el que entonó uno de los himnos de la música inglesa, el clasico Hey Jude.
Al cabo de tres horas y 45 minutos, la ceremonia tuvo su punto final y esa llama encendida se mantendrá se mantedrá viva hasta el domingo 12 de agosto, cuando comience la cuenta regresiva para Río de Janeiro 2016. 

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