Enviar un WhatsApp o echar un vistazo a Facebook desde la cama puede suponer una seria amenaza para tu salud
El uso de dispositivos electrónicos, como móviles, tablets u ordenadores, en las horas previas al sueño es una práctica muy habitual y extendida en la sociedad actual a cualquier edad.
Sin embargo, una reciente encuesta realizada por ASISA ha desvelado que un 7 por ciento de la población española no sólo tiene este hábito antes de irse a dormir, sino que interrumpe su sueño nocturno porque “necesitan mirar el móvil en medio de la noche”.
La dependencia de los dispositivos móviles se está incrementando en todos los segmentos de la población, pero especialmente entre las mujeres, pues entre aquellos que han admitido tener que revisar su móvil interrumpiendo su sueño, el 62 por ciento eran mujeres frente al 38 por ciento de los hombres.
Este hábito resulta paradójico, si se pretende tener un sueño nocturno placentero y reparador porque la exposición tanto a la luz artificial como al ruido, antes y durante el sueño, puede alterar la calidad del mismo y generar problemas de salud. La luz que emiten estos dispositivos informa erróneamente a nuestro cerebro de que es de día, retrasando o impidiendo la secreción de la hormona del sueño, la melatonina. Al interrumpirse su secreción por la luz, tardamos más en dormirnos, teniendo mayor número de despertares nocturnos y un sueño de peor calidad.
De hecho, un reciente estudio publicado en la revista Sleep Medicine muestra que la capacidad cognitiva, la concentración y el estado de ánimo se ven influidos negativamente por la interrupción del sueño. (Más información)
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