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El alcoholismo, puede llevar al deterioro familiar


Esta enfermedad también puede afectar física, mental y espiritualmente a todos aquellos con quienes tiene contacto la persona dependiente del alcohol

El alcoholismo es una enfermedad crónica que también daña a quienes viven en compañía de quien la padece, explica la terapeuta Mary Carmen Murillo, psicóloga clínica y especialista en adicciones en el Centro Vida y Familia.

Murillo destaca que los miembros de una familia se encuentran involucrados emocionalmente con la persona adicta, como también lo estarían con cualquier otro familiar cercano que se enfermara, pero, asegura que en el caso del alcoholismo, la implicación es más profunda, dado que este padecimiento afecta física, mental y espiritualmente a todos aquellos con quienes tiene contacto.

Los alcohólicos, además de ser víctimas, tienen una influencia negativa sobre aquellos con quienes se relacionan, asegura Murillo.

“Las personas más cercanas son las que más sufren”, asimismo, Murillo añade que la familia del alcohólico, por ejemplo, le afecta emocionalmente, cuando lo/a despiden, su trabajo o su ingreso familiar lo gasta en bebidas y se olvida de su rol en la familia.
Además, expresa que, “los seres queridos se sienten con temor a que situaciones desagradables se repitan debido a la conducta del adicto”.

La especialista indica que las relaciones familiares y la comunicación se van haciendo cada vez más disfuncionales, debido a que el sistema familiar se va enfermando progresivamente. La comunicación se hace más confusa e indirecta, de modo que es más fácil encubrir y justificar la conducta del adicto. Esta disfunción se va convirtiendo en el estilo de vida familiar y produciendo en muchos casos el aislamiento de la familia de los contactos sociales cotidianos.

Incluso, para un niño, vivir en un hogar donde uno de los progenitores es alcohólico, puede resultar un abismo donde el terror es el “pan de cada día”. Ser pequeño y vivir esa situación crea en él una sensación de angustia e indefensión, que es incapaz de comprender, manifiesta.

“El infante aprende a sobrevivir en un estado de ansiedad casi perenne, donde el dolor y la angustia se convierten en sus compañeros de juegos. Estos niños, al hacerse adultos, tienen más posibilidades de ser alcohólicos o de casarse con una pareja con este problema”.

Efectos del alcoholismo
Pleitos y agresiones entre los miembros de la familia: la tensión del problema se traduce en violencia, generalmente desencadenada entre los enfrentados y contra los hijos u otros miembros.

Preocupaciones y dudas respecto a cómo enfrentar el problema: se crea un ambiente de inquietud ante la impotencia de no saber cómo resolver un asunto tan delicado.
Cambios en los sentimientos: la persona afectada sufre diversos cambios de humor, situación que afecta a su entorno familiar.

Problemas de salud creados por la tensión: los miembros de la familia y quienes están alrededor pueden ver cómo se desgasta su salud debido a la tensión que se genera por el problema.

Entre los factores que influyen en que una persona sea dependiente del alcohol Murillo señala los siguientes:

Los individuales:
Este factor es por baja autoestima, por ejemplo, una persona que tiene un autoconcepto deteriorado, sentimientos de rechazo, desesperanza, aburrimiento, timidez, y tiene dificultades para socializar puede encontrar en el consumo de alcohol una manera de refugio.

Asimismo, lo puede hacer por evasión de la realidad, Murillo resalta que el individuo puede refugiarse en el alcohol, creyendo encontrar el placer y la compensación a sus problemas.

En el caso de tener pensamientos adictivos, algunas personas consideran que no están en riesgo de ser alcohólicas, incluso justifican su consumo con frases como: “eso no me va a pasar”, “yo lo dejo cuando quiera”, “yo controlo mi manera de beber...”

Otros pueden sufrir de depresión dice la especialista . “Los trastornos del ánimo como la depresión, puede llevarlo a creer que las bebidas alcohólicas lo ayudarán a aliviar su tristeza”.

Con relación a la ansiedad, Murillo sostiene que las personas con problemas para manejar el estrés o que tienen algún trastorno por ansiedad pueden experimentar una aparente mejoría al beber alcohol.

Factores familiares
Algunas personas que caen en el alcoholismo, por abuso o dependencia en la familia: cuando en las familias se consume alcohol en exceso, es mucho más probable que este patrón de consumo se presente en sus miembros y en las personas con las que conviven de cerca, comenta Murullo.
También, Murillo asegura que también pueden ocasionar el problema las relaciones familiares violentas. Tanto la agresión como la falta de límites claros y reglas favorecen a que se abuse del alcohol, especialmente en las personas jóvenes y en quienes son víctimas de la violencia

Recomendaciones

Murillo aconseja que debe existir una comunicación positiva y amena. Además al afectado o afectada hay que darle apoyo para que asista a terapias individuales y desintoxicación. La familia también debe asistir a tratamientos terapéuticos. De igual manera, le deben de buscar información para orientarse sobre este tipo de problema, para poder conocer y entender el comportamiento de su familiar y ayudarlo. “En una recaída, la familia debe ser su factor de protección. Así como también protegerlo y acompañarlo en su proceso de abstinencia y rehabilitación”, puntualiza Murillo.

Recalca que existen grupos de autoayuda donde pueden participar las familias co dependientes, y otras donde solo participan las personas adictas. Otro tipo de terapia son las atenciones psicológicas individuales y familiares, y los programas de rehabilitación y la desintoxicación.
Conducta
Una persona con adicción por las bebidas alcohólicas puede experimentar cambios de humor, problemas familiares, rechazo de la sociedad, aislamiento, depresión, ansiedad, insomnio, trastornos psicológicos, pérdida de la autoestima, agresividad, entre otros.

por http://www.elcaribe.com.do

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