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Reparten chalecos antibalas entre algunos taxistas de Nueva York

Nueva York, 19 abr (EFE).- La Federación de Taxistas del estado de Nueva York empezó a distribuir esta semana chalecos antibalas entre algunos de sus conductores debido al alto número de agresiones de que éstos son objeto, informaron hoy medios locales. Se trata de la puesta en marcha de una medida anunciada ya en diciembre y que tiene por objetivo proteger a los conductores de vehículos que operan legalmente ciertas compañías en la ciudad de Nueva York y en todo el estado, pero que no operan dentro de la flota de los conocidos taxis amarillos de la Gran Manzana. Los conductores de esos vehículos, habitualmente de color negro y que ofrecen tarifas cerradas a los pasajeros, han sido objeto en los últimos tiempos de un gran número de agresiones, ya que suelen prestarse a viajar a zonas de la ciudad con altos índices de criminalidad, fuera de Manhattan, y donde los taxis amarillos en ocasiones se niegan a llegar.

Por el momento, según detalla el diario New York Post, son una docena los conductores que han recibido unos chalecos similares a los que portan los agentes de la Policía de Nueva York, valorados en 400 dólares cada uno y que fueron donados por la firma de seguridad privada Security USA.
En la selección de la docena de conductores que ha recibido los chalecos ha primado el hecho de que trabajen en el turno de noche y en zonas que han registrado el mayor número de los ataques, como el sur del barrio del Bronx, la zona de Queens conocida como Jamaica y la de East New York, en Brooklyn.
Entre los numerosos casos de agresiones que rememoran hoy los medios locales de Nueva York, destaca la que sufrió un conductor de origen hispano, Julio Lora, que a los 64 años quedó inmóvil del cuello para abajo tras recibir varios disparos cuando fue objeto de un robo en el Bronx, según el canal de noticias NY1.
También destaca el caso de otro hispano, César Santos, quien murió el pasado junio a balazos tras discutir con un cliente por la tarifa que debía pagar por el servicio.
Los servicios que ofrecen este tipo de taxistas deben contratarse por norma general por adelantado y, a diferencia de los tradicionales taxis amarillos, no suelen recoger a pasajeros que los detienen por las calles.

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